¿Cómo elegir al beneficiario de mi seguro de vida?

Pocas son las personas que buscan dejar sus asuntos en orden por si algún día faltan; morir es algo que, usualmente, no está en nuestros planes, si bien todos dejaremos de existir. Por ello, buscar un cotizador de seguro de vida es tan importante como elegir al beneficiario que reciba el monto del seguro y se encargue de los gastos consecuentes al fallecimiento del asegurado.

Muchas personas se preguntan ¿Cómo se cobra un seguro de vida?, especialmente si no saben quién fue el beneficiario que el asegurado designó, por lo que debes informar a esa persona la importante decisión que tomaste, además de darle copias de tu póliza, el nombre de la aseguradora y contarle cuáles son los pasos a seguir para facilitarle la gestión y evitar la lucha por el cobro del seguro, que es común entre familiares.

Bien, el beneficiario es la persona que percibirá la indemnización correspondiente de acuerdo a la póliza contratada; puede ser una o varias personas, dependiendo de la aseguradora, y también se puede elegir el porcentaje que cada quien recibirá. Dichas personas pueden ser familiares como hijos, hermanos, padres o alguien de mucha confianza, en caso de que tus hijos sean menores de edad y no puedan ser ellos quienes reciban la indemnización.

El capital que dejes a tus beneficiarios les ayudará a cubrir sus gastos en caso de que faltes; o si el asegurado sufre una incapacidad permanente y absoluta, le permitirá seguir cobrando un equivalente al salario para mantener el estilo de vida financiera que llevaban.

Si el asegurado elige a su cónyuge como beneficiario, percibirá el capital total que se designó al contratar la póliza, pero si se designan a los hijos de forma genérica, todos los que tienen derecho a herencia recibirán una indemnización proporcional. Este punto es especialmente importante si el beneficiario tiene hijos fuera del matrimonio legal, o menores de edad, ya que tendrá que aclararlo para evitar problemas tras su fallecimiento.

Los beneficiarios pueden cambiarse sin el consentimiento de ellos, únicamente hay que ponerse en contacto con la aseguradora por medio de una declaración escrita.

Elegir a los beneficiarios debe hacerse con base en la protección que se les desee brindar, ya sea al cónyuge, hijos o padres; en caso de ser una persona diferente, hay que asegurarse de que sea alguien confiable, pues tendrá en sus manos el patrimonio que se formó por varios años, y se encargará de repartirlo entre aquellos familiares que, por una razón u otra, no pueden administrarlo por sí mismos.